“Caminante no hay camino se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.” Es una pequeña parte de una de mis canciones favoritas. Estamos tan acostumbrados a vivir la vida que a veces se nos olvida su inminente final. No viviremos para siempre y debemos darnos cuenta que cada decisión que tomamos va forjando nuestra trascendencia. Vamos haciendo un camino que con suerte, valdrá la pena recordar. Cuando estamos frente a una pantalla de cine creemos que la ficción reflejada existe sólo en la mente de los guionistas. Envidiamos las míticas historias de los grandes héroes, o los fantásticos romances eternos de los famosos chic flicks. De lo que no nos damos cuenta es que la realidad inspira los largometrajes y que somos capaces de vivir la magia del cine en nuestra vida diaria. No puedo evitar el preguntarme ¿la realidad siempre supera a la ficción?
Es cierto que las películas no están hechas en tiempo real y que en ocasiones presentan situaciones demasiado imposibles como para ser imitadas pero, como sea, en la vida diaria hay toques de magia que pasan desapercibidos si no prestamos atención. Se nos olvida que todos somos capaces de realizar grandes hazañas. Lo que muestran las pantallas son simplemente hombres o mujeres, que de ser reales, serían atrevidos. Atrevidos a ser diferentes y expresarse de maneras peculiares. Siempre lo digo porque es cierto, la vida es lo que haces con ella. Si decides ser ordinario y vivir un clásico “sueño americano” no pasa nada. Pero para mi no es suficiente. Necesito magia, y la mejor definición que he escuchado para ésta controversial palabra me la dio un profesor de la carrera y dice: “Magia es la dimensión donde el espíritu domina lo material”. Hombre, ¡qué bonito! ¿No? La capacidad del espíritu, siendo este nuestra propia esencia, de subordinar la materia va mucho más allá de un sombrero de copa y una varita mágica. Habla de nuestra capacidad de sentir y pensar con tal convicción que todo lo externo se ve obligado a cambiar. Volviendo los besos hechicería y las sonrisas encantos. Somos inspiración en potencia.
El camino y sus circunstancias están fuera de nuestro control pero eso no quiere decir que tengamos que doblar las manos frente al destino. Entonces, ¿por qué entramos en pánico en tiempos adversos?, ¿por qué vivimos haciendo planes para un futuro incierto en lugar de disfrutar el momento? Vivir en perpetua angustia no es vivir. Lo que hace ejemplares a las grandes historias que habitan en Blockbuster es, en efecto, el desenlace después del clímax y el clímax en sí es una complicación. Por lo tanto las decisiones que tomas día con día se vuelven los ladrillos que construyen la persona que eres. Con las malas decisiones se construyen las murallas que nos separan del objetivo, pero también en ocasiones especiales, las mejores enseñanzas. De las buenas decisiones está hecho el camino de nuestra realización. Por supuesto lleva mucho más tiempo, accidentes, recortes en el presupuesto y muchas, muchas murallas superadas. Siempre he creído que tengo un alma antigua y quizá por eso me exijo tomar mejores decisiones de las que me permiten mis años. El punto no es vivir en arrepentimiento por las malas elecciones sino vivir hoy lo que siento, pienso y por lo tanto decido y obligar a la magia a aparecer. A que nuestro espíritu prevalezca y adquiera experiencia dominando al mundo material. La magia está presente todo el tiempo. En esas ocasiones cuando sientes algo tan fuerte que no cabe en tu cuerpo, cuando lloras sin sentido, cuando ríes a carcajadas, cuando tienes el peor día de tu vida y algo pasa para volverlo la mejor experiencia. Ahí está la magia, en tu propio espíritu al nunca darte por vencido.
Así que yo digo, busca héroes, hechiceros, brujas, princesas y duendes con quienes filmar tu película. Se creativo para demostrar lo que sientes. Ríete de los problemas y toma las cosas a la ligera pero con responsabilidad. Vive el presente con todas las ganas y crea ficción con realidad. Después de todo de lo único que puedes estar seguro en la vida es que no saldrás vivo de ella. Así que con magia y decisiones construye un pasado que te enorgullezca, vive un presente que te satisfaga y sueña en un futuro en tus ratos libres.
martes, 24 de marzo de 2009
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